Las dos últimas semanas de la pre-rentrée, las canciones de moda y la entrega de los uniformes.
Estas dos últimas semana antes de que comience oficialmente el curso han sido muy activas y estamos contentas porque hemos visto los frutos de todas las actividades previas al comienzo de curso que hemos hecho durante el mes de septiembre..
Ya estamos aquí al completo la Comunidad, pues ha vuelto la Madre Valeria. Al día siguiente de su llegada, comenzaba otra intensa semana escolar. Desde muy tempranito comienza la carrera de obstáculos, que la tenemos bastante cronometrado. Nada más terminar la Misa y el desayuno, volvemos al Colegio para jugar un rato con las niñas en el patio hasta que se forma la fila para rezar. Este es uno de los momentos más bonitos del día. Las niñas rezan en francés, boo, baribá y fulfulde; y siempre terminamos con una canción. La que se ha convertido en un auténtico “hit-parade” ha sido la de Jésus est mon ami, mon ami de tous les jours; Marie est ma maman, ma maman de tous les jours. Nos han llegado mensajes en los que dicen que por todos los rincones de Kalalé se oyen nuestras canciones. ¡¡Estamos muy contentas de saber que hemos alcanzado uno de los objetivos de la pre-rentreé.
Hemos seguido con el mismo criterio de enseñar canciones, poesías, cuentos y, en algunos casos, matemáticas y manualidades. A las niñas se las ve encantadas, aunque tenemos que seguir insistiendo en que adquieran determinados hábitos y normas de comportamiento. Durante los recreos estamos intentando enseñarles algunos juegos, entre ellos saltar a la comba. En el terreno de la comida ya hemos pasado a la cuchara ¡e incluso algunas ya quieren comer en la mesa! Poco a poco y con paciencia, todo llegará.
También durante estas dos semanas ha tenido lugar la Asamblea Diocesana en N´Dali. Fueron la Madre Valeria y la Madre Laura en representación de todas. A todos los nuevos –entre los que se incluía la Madre Laura– les hicieron subir al estrado para hacer todo lo que se les dijera… ¡que era nada menos que bailar! ¡¡Imaginaos a la Madre Laura!! El P. Paul, que también estaba allí, le miraba los pies para ver si los movía… La verdad es que supo salir airosa de la situación, pues lo hizo todo de manera tan discreta que pasó desapercibida. Después de las bromas, dijeron los nombres de cada uno de los nuevos agentes pastorales y de qué misiones se iban a encargar en la Diócesis.
Al finalizar todas las reuniones, el Sr. Obispo tomó la palabra y, entre otros asuntos, anunció la bendición de todos nuestros edificios y, en especial, la capilla para el día 19 de noviembre. ¡Invitó a todos los asistentes a venir a acompañarnos en ese día tan especial para nosotras!
Ya de vuelta, las Madres fueron a la inauguración del despacho del “concejal católico”, que así fue mencionado en el discurso ante los invitados. Es realmente un paso importante para Kalalé y supone progreso, puesto que es allí donde han de hacerse las legalizaciones de todos los documentos relacionados con la administración, como son actas de nacimiento, defunciones, etc. La ceremonia comenzó con el rezo del imán y del P. Johnson; después los peulh bailaron danzas tradicionales con calabazas en los pies y el concejal leyó su discurso de agradecimiento a la alcaldía y a todos los benefactores que habían hecho posible el despacho.
Y llegó también el tan esperado día de la entrega de uniformes y reunión con los padres de las alumnas. Por la mañana entregamos las mochilas y el chándal a cada niña. Hacia las once comenzaron a llegar los padres y representantes de las alumnas. En cada una de las clases, las niñas hicieron una demostración de todo lo que habían ido aprendiendo en este mes de preparación. ¡¡Todo salió muy bien, dentro de lo posible!! Cada niña salió con su mochila, en la que iba el uniforme completo y algunos recambios. ¡¡Estaban contentísimas y muy agradecidas!! Cuando vieron entrar los uniformes en el aula, todas aplaudieron de la emoción e intentando decir Mater Salvatoris, se oían mil versiones: en el caso de las mayores, Masée Salvatoris; las pequeñas decían Ater Atatoris. Nosotras estábamos emocionadas oyendo y viendo los esfuerzos que hacían para decir Mater Salvatoris. ¡¡La Madre Félix estaría contentísima de ver a estas niñas africanas decir “Madre del Salvador”!!
La semana próxima empezamos el primer curso de la andadura del Colegio Mater Salvatoris de Kalalé. ¡Lo esperamos con gozo y dando gracias a Dios que ha permitido a la Compañía del Salvador servirle en tierra de misión ad maiorem gloriam!