Seguimos avanzando
Conoce un poco más el Colegio Mater Salvatoris de Kalalé
Puedes conocer los avances que vamos haciendo en el Colegio
Puedes conocer los avances que vamos haciendo en el Colegio
En Kalalé, septiembre es el mes de la pre-rentrée. El lunes 5 de octubre fue el primer día de Colegio. Llegaron, junto a las alumnas del año pasado, otras 60 alumnas nuevas, y estrenamos el nuevo edificio para las dos clases de CI (equivalente a 3.º de Infantil) y las dos de CP (1.º de Primaria).
Hemos comenzado con alegría y con novedades este nuevo curso 2015-2016. Con alegría porque es el segundo, tenemos matriculadas 165 niñas, las profesoras están contentas y las auxiliares más veteranas han tomado ya el relevo como maestras. Todas ellas van vestidas con el uniforme de maestras, de tela estampada muy propia de aquí y que han elegido ellas mismas.
Estamos muy satisfechas al ver la ilusión con la que se entregan a su trabajo. Hemos empezado a poner en marcha, poco a poco, los métodos de nuestros Colegios.
Y entre las novedades se incluyen, además del edificio para CI y CP, varias: el Internado, el nuevo comedor, los uniformes de deporte.
En el Internado hemos cubierto las 50 plazas que habíamos previsto. Las primeras niñas llegaron a mediados de septiembre. Allí estaba Maman Nafissatou para recibirlas.
Los primeros días han transcurrido de la forma habitual: algunas lloraban y salían corriendo detrás de sus padres; otras, jugando a “la aventura”, se perdían por el edificio; otra no dejaba dormir a las demás, pellizcándolas… Maman se está ganando el cielo con su paciencia, da gusto verla con las pequeñas, ya les hemos dado las primeras “clases” de orden y mantenimiento de su dormitorio; a ver si poco a poco lo logramos, porque hasta las hermanas mayores tienen otro concepto de orden, siempre mejorable.
Esos primeros días les enseñamos cómo debían mantener su dormitorio y, aunque mamá Naffisa asegura que todo el mundo conoce sus cosas, a veces vemos a alguna niña con el uniforme de minifalda; mientras que otra lo lleva de traje de bodas. También sigue habiendo problemillas con las esponjas para la ducha o con los cepillos de dientes… ¡Pero es realmente emocionante verlas cada mañana, con las “hermanas mayores” ir cantando contentísimas al Colegio y con caritas de verdadera felicidad que son para dar muchas gracias a Dios.
Las niñas están emocionadas con el comedor nuevo, aunque el llegar allí sea como una mini excursión, sobre todo para las más pequeñas. Dicen a sus padres que desde que las ma soeur cocinan, ellas comen muy bien, todo está muy rico y no se quedan con hambre. Todas comen sentadas, tanto a las 10 como al mediodía, lo que es una gran novedad aquí en Kalalé y nos facilita la tarea de educar a las niñas en las normas de urbanidad.
Las alumnas de CE1 (equivalente a 2.º de Primaria) han estrenado el uniforme de deporte regalado por las familias del Colegio de Caracas: están guapísimas con sus pantaloncitos grises y la camiseta a juego, con el escudo del Colegio y el cuello en color turquesa.
Las de CI y CP también tienen el suyo: camiseta azul con el escudo y pantalón corto azul, del Ropero Mater de Madrid. ¡Todas están deseando que llegue el día de deporte, no sabemos bien si por amor al mismo o por ponerse el uniforme!
Durante estos dos meses hemos contado con la ayuda inestimable de tres voluntarias: Concha, Judit y Elena. Las dos primeras llegaron el 12 de septiembre, con la Madre Ana y la Madre Laura. Concha es madre de antiguas alumnas del Colegio de Madrid; Judit es catalana y estudiante de Bellas Artes. Elena es antigua alumna del Colegio de Caracas y congregante. Ella fue la que tomó el relevo de Concha cuando esta se fue, y continúa entre nosotras con Judit.
Los Padres de la Misión, sacerdotes de SMA, siguen con su labor de primera Evangelización. El P. Saturnino ha viajado a España y no volverá hasta enero. Regresó el P. Johnson después del verano y este año tendremos a un seminarista hindú (que viene a realizar una experiencia apostólica), y a un sacerdote nigeriano que va a dedicarse a la etnia Boo.
Tenemos la impresión de estar en cualquiera de nuestros otros Colegios, en España o en América. Poco a poco, el Mater Salvatoris de Kalalé va tomando cuerpo. ¡La obra de Dios va creciendo por aquí!
El pasado 25 de marzo, solemnidad de la Encarnación y fiesta grande en nuestros Colegios Mater Salvatoris, también la celebramos en Kalalé por todo lo alto, dentro de lo que nuestros recursos nos permitían. Nuestras jóvenes voluntarias, María y Ana, nos ayudaron a decorar las clases y el Colegio con globos. A la entrada del Colegio pusimos el cartel Mater Salvatoris que nos había preparado la Madre López cuando estuvo aquí.
Empezamos la mañana saludando a Jesús y a la Virgen en la capilla. A Ella la homenajeamos con algunas poesías, algunas de las cuales emocionaban al oír a las niñas hablar del corazón bueno de Jesús y de María.
A continuación vinieron los juegos que habían preparado las voluntarias: conseguir pinchar con los ojos vendados la cola a un asno de cartulina, un circuito con sacos, aros y colchonetas; carreras de sacos, el juego de las sillas y del paquete. María y Ana también pintaron la cara con alegres colores y purpurina a todas las niñas. ¡Fue un sueño para las pequeñas!
Por la tarde vieron una película de dibujos animados y entregamos los premios tanto a los mejores dibujos sobre el Colegio como a las ganadoras de los juegos de la mañana.
¡Y llegó la sorpresa!: las niñas de CP cantaron el estribillo del himno del Colegio en español. Fue un día especialísimo para todas ellas, que regresaron muy contentas a sus casas. Al día siguiente, muchas de ellas trajeron sobre el uniforme alguna de las prendas de vestir que habían ganado como premio.
Desde ese día, es frecuente oír a las de CP cantar el himno por el patio en un español casi perfecto. Y, al finalizar, la frase que aprendieron para el día Mater: ¡Feliz día Mater Salvatoris! También les encanta repetir la cancioncita La, lara, larita, limpio mi casita que Ana les enseñó con el guiñol de La Ratita presumida. ¡Vamos, que casi podemos decir que nuestras niñas son trilingües!
El miércoles 1 de abril entregamos las notas a las niñas y desde ese mediodía empezaron las vacaciones de Semana Santa y Pascua hasta el día 13 de abril. Entre el Jueves y el Sábado Santo, las niñas del internado se fueron a sus casas, acompañadas por los Padres SMA, que también llevaron a los niños de su internado.
Nosotras hemos celebrado la Semana Santa intensamente. El Domingo de Ramos participamos con gran alegría en la Misa de la parroquia, con toda la comunidad católica. Partimos en procesión con los ramos desde la calle principal de Kalalé cantando con gozo: ¡Hosanna, Hosanna, Jesús es nuestro Rey! Fue muy emotivo.
El Jueves Santo participamos en los Oficios de la parroquia y nos metimos de lleno en el Triduo Pascual, queriendo acompañar lo más de cerca posible a nuestro Señor. Hicimos turnos de vela ante el Monumento hasta media noche. El Viernes Santo rezamos el Vía Crucis con la comunidad, haciendo las catorce estaciones por las calles de Kalalé. Fue realmente impresionante ver a la comunidad católica rezando con fervor, dando testimonio de fe y amor a Cristo. Después, participamos también en los Oficios y, ya en Casa, tuvimos una hora de adoración ante la Cruz.
La celebración de la Vigilia Pascual fue muy bonita y, al terminar, los jóvenes volvieron a encender las velas y al ritmo del tam-tam salieron en procesión a anunciar la Buena Noticia de la Resurrección de Nuestro Señor por las calles de Kalalé. Fue una “gloriosa” alegría verlos dar ese testimonio en un ambiente mayoritariamente musulmán en el que se burlan de ellos por seguir el camino de Jesús.
El Domingo de Resurrección se celebró en la parroquia el bautismo de Noélie, la hija de Rose, una de nuestras auxiliares. Ella quiso venir después a Casa, acompañada del padre de la niña y de otros familiares, para ofrecerle a la Virgen un sencillo ramo de flores de plástico y unas velas. Delante de la imagen de nuestra Mater Salvatoris ofreció su hija a Dios, dejó el ramo en los brazos de la Virgen y encendimos una vela que simbolizaba la fe que Noélie acababa de recibir en el Bautismo.
¡Desde Kalalé os felicitamos con gozo la Pascua de Resurrección del Señor! Cristo ha vencido a la muerte y nos ha traído la salvación. ¡Aleluya, aleluya!
Os dejamos a continuación un vídeo donde podréis ver en qué consistió el acto de bendición de la Capilla y del Colegio el pasado 19 de diciembre.
Esperamos que os guste.
¡¡Estamos muy ilusionadas preparando la ceremonia de bendición del Colegio!!
El sábado 18 nos reunimos con los PP. Paul y Saturnino y otras personas para que nos ayudaran a no dejarnos a nadie a la hora de invitar para la bendición de la Casa, la Capilla y el Colegio. ¡¡La lista es verdaderamente interminable pues, aunque Kalalé es pequeño, como somos todos una gran familia ecuménica hay que hacer partícipes de nuestra alegría a muchas personas!!
Al día siguiente recibimos al P. Antonio, sacerdote diocesano asturiano que está en la Misión de Bembéreké con el P. Alejandro. El Sr. Obispo de N´Dali lo ha nombrado acompañante espiritual de los sacerdotes jóvenes de la diócesis. Le acompañaban tres diáconos, que se interesaron mucho por la historia de la Compañía del Salvador y nos preguntaron acerca de esta fundación en Kalalé.
En esa misma semana acudimos a la reunión de comienzo de curso para las escuelas primarias, tanto públicas como privadas. ¡¡Qué alegría: era la primera vez que acudíamos nosotras como Colegio Mater Salvatoris!! El representante de cada colegio tenía que exponer las características del centro. Cerró el acto el alcalde, que vino para animar a los maestros en su labor educativa. Y, a los dos días, el alcalde vino al Colegio para saludarnos y conocer nuestro trabajo. Cuando llegó estábamos en plena hora de lectura de la tarde. Vino con Jacques, el concejal católico.
Y también hemos despedido a Sandy, la joven norteamericana que nos ha ayudado en la instalación de los paneles solares. Ha finalizado su trabajo y regresa a Estados Unidos. Ha vivido en esta zona casi cuatro años y conoce muy bien la realidad de juventud de esta zona. La invitamos a cenar y en el último minuto, antes de irse nos ofreció su perro. Le dijimos que podríamos quedárnoslo un tiempo, hasta que venga otra voluntaria amiga suya.
Como cuando nos dejó el perrito era horario escolar, lo metieron en un pequeño cuarto que está al lado de una clase de niñas de cuatro años y, a cada ladrido-aullido del perro, las niñas gritaban de miedo. ¡¡Parecía una película de terror!!…, que duró pocos minutos porque enseguida le cogieron cariño al perrito, cojo y más flaco que un alfiler. Echaba de menos a su dueña, aunque se ha adaptado rápidamente a la vida conventual. Cuando oye la campana, ya no ladra, sino que acude raudo y veloz. Sandy lo llamaba “Solar” (como los paneles), pero nosotras lo hemos rebautizado con el nombre de “Pettel”, que en fulfulde significa ‘pequeño’.
Las niñas avanzan en sus destrezas. Seguimos trabajando mucho el lenguaje oral a través de cuentos, de conversaciones sobre situaciones cotidianas… A veces responden cosas distintas a las que se les preguntan, como cuando a Rukayïa le dijimos que nos contara qué pasaba en un cuento que llevábamos trabajando más de un mes y ella, toda contenta y dando saltos de alegría, empezó: “Uno, dos, tres, cuatro…”. No era ese “contar” el que nosotras pretendíamos, pero, bien, nos demostró que se había aprendido los números. ¡Algo es algo!
Nos alegra mucho ver cómo reaccionan las niñas en clase de religión. Aunque la mayoría son musulmanas, hay algo en Jesús y en su mensaje evangélico que les entusiasma y atrae. Cuando vamos hacia el comedor, al pasar al lado de la capilla, saludan con alegría a Jesús y le dan las gracias por los alimentos que van a recibir.
Pidamos todos a Dios que, respetando otras culturas y creencias, podamos dar a conocer a Cristo, que es el verdadero Camino y la verdadera Vida. Y la Verdad absoluta.
El día 29 de septiembre fue el día de la rentrée, es decir, del comienzo oficial del curso. Después de rezar, inauguramos la semana y el día con el canto solemne del himno de Benín ante la bandera izada, con las niñas en formación. Este acto se repite todos los lunes en todos los colegios.
A media mañana hacemos un descanso de media hora para que las niñas tomen su desayuno (un plato de arroz o de ñame), jueguen un poco y vayan al baño, ritual que poco a poco van aprendiendo. Seguimos la mañana con clases de matemáticas, lengua, juegos educativos, “cono”, religión y, un día a la semana, deporte. Hemos comenzado nosotras siendo las profes de todo, pero las auxiliares ya nos ayudan bastante.
En esa primera semana, deseando acerca físicamente a las niñas al Señor, las llevamos a la capilla ¡en la primera clase de religión de sus vidas!… ¡¡Qué silencio, respeto y emoción se veía en sus caritas!! Y ¡lo mejor de todo era ver a Gomazan, el guardián musulmán, haciendo de traductor a las diversas lenguas de las niñas y con la misma postura que ellas para rezar! También les decía que estuvieran en silencio, pues Jesús les habla desde el sagrario… ¡El sagrario! Es realmente emotivo y consolador ver a las niñas ante Jesús en uno de los dos únicos sagrarios de Kalalé.
En el recreo de mediodía, además del almuerzo, les enseñamos algunos juegos: relevos, la cuerda, pasimisí, pasimisá par la porte d´Alcalá…, el escondite inglés, a la zapatilla por detrás (en boo: “Cococomaisigole”), etc. Las niñas demuestran grandes aptitudes para el boxeo y el rugby, ¡¡lástima que sean deportes tan poco femeninos!! Enseñarles un juego supone un gran esfuerzo de paciencia y tiempo, porque se nos pegan como lapas al hábito y no hay forma de que formen un corro…
Antes de reanudar las clases de la tarde, hay un rato de siesta. Después, tenemos picado, guiñol tres días por semana y otras actividades manuales asociadas con la preescritura.
Las clases acaban a las cinco de la tarde y los padres vienen a recogerlas. Hemos conseguido poner algo de orden en la salita, sentando a las niñas en “nats” y poniendo a los padres en fila para que vayan pasando, uno por uno, a recoger a su niña o a las ocho o nueve de los vecinos, que llevan en la misma moto.
¡¡Las niñas están contentísimas!! Gounou, el chófer, y Valentin, el cocinero, dicen que muchas personas en Kalalé se lamentan de no haber podido matricular a sus hijas en el cole.
El P. Satur ya ha vuelto de sus vacaciones en España. Vino a visitarnos y le recibimos con alegría, ¡¡echábamos de menos su carácter alegre y su sentido del humor!! Le acompañaba Peter, el seminarista que estará este año de prácticas apostólicas con los Padres en la Misión. ¡Le dimos la bienvenida!
Si pincháis sobre el siguiente vídeo, podréis ver brevemente en qué consiste la incalculable labor de los misioneros y en concreto de nuestras religiosas que viven en Kalalé.
Estas dos últimas semana antes de que comience oficialmente el curso han sido muy activas y estamos contentas porque hemos visto los frutos de todas las actividades previas al comienzo de curso que hemos hecho durante el mes de septiembre..
Ya estamos aquí al completo la Comunidad, pues ha vuelto la Madre Valeria. Al día siguiente de su llegada, comenzaba otra intensa semana escolar. Desde muy tempranito comienza la carrera de obstáculos, que la tenemos bastante cronometrado. Nada más terminar la Misa y el desayuno, volvemos al Colegio para jugar un rato con las niñas en el patio hasta que se forma la fila para rezar. Este es uno de los momentos más bonitos del día. Las niñas rezan en francés, boo, baribá y fulfulde; y siempre terminamos con una canción. La que se ha convertido en un auténtico “hit-parade” ha sido la de Jésus est mon ami, mon ami de tous les jours; Marie est ma maman, ma maman de tous les jours. Nos han llegado mensajes en los que dicen que por todos los rincones de Kalalé se oyen nuestras canciones. ¡¡Estamos muy contentas de saber que hemos alcanzado uno de los objetivos de la pre-rentreé.
Hemos seguido con el mismo criterio de enseñar canciones, poesías, cuentos y, en algunos casos, matemáticas y manualidades. A las niñas se las ve encantadas, aunque tenemos que seguir insistiendo en que adquieran determinados hábitos y normas de comportamiento. Durante los recreos estamos intentando enseñarles algunos juegos, entre ellos saltar a la comba. En el terreno de la comida ya hemos pasado a la cuchara ¡e incluso algunas ya quieren comer en la mesa! Poco a poco y con paciencia, todo llegará.
También durante estas dos semanas ha tenido lugar la Asamblea Diocesana en N´Dali. Fueron la Madre Valeria y la Madre Laura en representación de todas. A todos los nuevos –entre los que se incluía la Madre Laura– les hicieron subir al estrado para hacer todo lo que se les dijera… ¡que era nada menos que bailar! ¡¡Imaginaos a la Madre Laura!! El P. Paul, que también estaba allí, le miraba los pies para ver si los movía… La verdad es que supo salir airosa de la situación, pues lo hizo todo de manera tan discreta que pasó desapercibida. Después de las bromas, dijeron los nombres de cada uno de los nuevos agentes pastorales y de qué misiones se iban a encargar en la Diócesis.
Al finalizar todas las reuniones, el Sr. Obispo tomó la palabra y, entre otros asuntos, anunció la bendición de todos nuestros edificios y, en especial, la capilla para el día 19 de noviembre. ¡Invitó a todos los asistentes a venir a acompañarnos en ese día tan especial para nosotras!
Ya de vuelta, las Madres fueron a la inauguración del despacho del “concejal católico”, que así fue mencionado en el discurso ante los invitados. Es realmente un paso importante para Kalalé y supone progreso, puesto que es allí donde han de hacerse las legalizaciones de todos los documentos relacionados con la administración, como son actas de nacimiento, defunciones, etc. La ceremonia comenzó con el rezo del imán y del P. Johnson; después los peulh bailaron danzas tradicionales con calabazas en los pies y el concejal leyó su discurso de agradecimiento a la alcaldía y a todos los benefactores que habían hecho posible el despacho.
Y llegó también el tan esperado día de la entrega de uniformes y reunión con los padres de las alumnas. Por la mañana entregamos las mochilas y el chándal a cada niña. Hacia las once comenzaron a llegar los padres y representantes de las alumnas. En cada una de las clases, las niñas hicieron una demostración de todo lo que habían ido aprendiendo en este mes de preparación. ¡¡Todo salió muy bien, dentro de lo posible!! Cada niña salió con su mochila, en la que iba el uniforme completo y algunos recambios. ¡¡Estaban contentísimas y muy agradecidas!! Cuando vieron entrar los uniformes en el aula, todas aplaudieron de la emoción e intentando decir Mater Salvatoris, se oían mil versiones: en el caso de las mayores, Masée Salvatoris; las pequeñas decían Ater Atatoris. Nosotras estábamos emocionadas oyendo y viendo los esfuerzos que hacían para decir Mater Salvatoris. ¡¡La Madre Félix estaría contentísima de ver a estas niñas africanas decir “Madre del Salvador”!!
La semana próxima empezamos el primer curso de la andadura del Colegio Mater Salvatoris de Kalalé. ¡Lo esperamos con gozo y dando gracias a Dios que ha permitido a la Compañía del Salvador servirle en tierra de misión ad maiorem gloriam!
¡¡Estamos deseando contaros que desde el día 2 de septiembre las niñas han empezado a venir al Colegio Mater Salvatoris de Kalalé!! No es todavía el curso oficial, que comienza el día 29, pero de este modo las niñas van cogiendo esos hábitos que en el mundo occidental nos parecen tan normales y comunes y que aquí hay que empezar por enseñar.
Esta pre-rentrée (o “pre-vuelta”, “campamento de verano”, “pre-colegio oficial”, como queráis llamarlo) comenzó como ya hemos dicho el martes 2. Tanto nosotras como todas las personas cercanas a nuestra labor –los Padres de la Misión, las auxiliares, los encargados Zacarías, Aymar, Gildas, los guardas y los trabajadores de la obra– vivimos ese primer día con inmensa alegría. Zacarías y Aymar no paraban de hacer fotos y decir que ellos también querían estudiar aquí… ¡Para ellos es ya un poco tarde!
Las niñas vienen de 8:00 a 12:00 de la mañana. Dedicamos la primera hora y media a trabajar el francés mediante cuentos, poesías y canciones. A las 10, vamos al patio para que coman y jueguen. A las 10:45 empieza la segunda sesión, centrada en el desarrollo de la psicomotricidad a través de actividades como pintura, plastilina, construcciones, costura.
Las niñas están agrupadas por niveles:
Al terminar la Misa en la Misión, nosotras también hacemos con nuestra camioneta de “ruta o transporte escolar” desde “Kalalé centro” hasta el Colegio, para que no tengan que venir andando. Nos ayudan Bernardette y Zouliath. El primer día trajimos a cuatro niñas del internado de los Padres; al día siguiente, diez… Como le dijimos a Maman Cécile que tuviera a las niñas preparadas para salir en cuanto terminase la Misa, el segundo día de clase, mientras cantábamos a la Virgen, ¡¡entraron en la capilla un par de niñas con un enorme trozo de pan en la mano porque no querían que las dejáramos en tierra!! ¡Con la otra mano, se prendieron a nuestros hábitos para asegurarse de que nos las traíamos! La acción de gracias de ese día fue cantar en boo Maalia Jesu Da, Wa pii Da Maalia… (“María, Madre de Jesús, te saludamos María…”) con las niñas que traíamos en nuestra camioneta-bus escolar.
¡¡Qué gusto da verlas disfrutar con todo!! Las más pequeñas no paran de repetir como loros sus primeras frases en francés, que aprenden con la Madre Laura, hasta el punto de decirle Je m´appelle ma soeur en vez de decir su nombre. Durante la comida están sentadas en cuclillas en el suelo, todas calladitas. Después, vienen hacia nosotras corriendo y limpian sus diminutas caras en nuestros hábitos, que se han convertido en ¡los “babis del común”!
Y qué contar de enseñarles cómo ir al baño. Es cierto que la mayoría, contrariamente a lo que habíamos imaginado, no tiene miedo al agujero del inodoro, pero hay que ayudarlas porque o no saben sentarse, o no llegan o, en el caso de algunas, traen unos vestidos tan amplios y vaporosos que acaban por mojarlos… ¡Una auténtica odisea!
Y una buena noticia: ¡hemos encontrado una “maman” para las niñas del internado. Se llama Ganí. Es muy dulce y, por ahora, también nos ayudará en el Colegio.
¡¡Cuántas gracias damos continuamente a Dios por ir abriéndonos el camino!! Tenemos mucho trabajo por delante, hay mucho que enseñar a los auxiliares y a la joven madre de familia que nos ayuda en administración, pero confiamos en que Él, nuestro Maestro y Salvador, seguirá guiándonos para servirle lo mejor que podamos en estas almas tan amadas de su Corazón.
¡Escribimos esta crónica con gran ilusión desde la recién estrenada zona de Comunidad! Hasta ahora hemos estado viviendo en la zona que va a ser la destinada a los colaboradores. ¡Otro paso adelante!
Estas dos últimas semanas han sido intensas, llenas de sorpresas. El Señor va preparando de este modo nuestro corazón para estar disponibles en todo momento para lo que Él quiera, como Él lo quiera y cuando Él lo quiera.
La primera salida de la rutina diaria fue el viaje que las MM. Ana y Angélica tuvieron que hacer a Cotonou por unas cuestiones relativas al pasaporte venezolano de la M. Angélica. Las peripecias fueron tales que la M. Angélica acabó viajando a Caracas para tramitar un nuevo pasaporte. Allí aprovechó para hablarles a las niñas de Maracaibo y de Caracas sobre la Misión en Benín. ¡¡Los Padres dicen que a la M. Angélica deben saludarla ya por su nombre y apellido todas las azafatas del lugar!!
En ausencia de las Madres, la M. Valeria y Valentin aprovecharon para hacer una limpieza en profundidad de la zona de Comunidad, a la que se iban a trasladar de manera definitiva. Trabajaban un tanto en vano, porque el resto de obreros, soldadores o pintores no tardaban mucho en volver a ensuciarlo todo, pero como decía con gran ánimo Valentin “aunque los ojos de los hombres no nos lo agradezcan, Dios sí nos da las gracias por el trabajo realizado”. La Madre se había trasladado de nuevo a la casita de la Misión, pues los Padres la habían vuelto a acoger para que no estuviera sola por las noches.
¡Grande fue el gozo de la M. Valeria cuando regresó la M. Ana! Ella, que pensaba que podía ser eremita, se convenció totalmente de las ventajas de la vida en comunidad, donde es mucho más fácil afrontar y sobrellevar las responsabilidades y dificultades. El reencuentro fue el jueves por la noche como estaba previsto, aunque casi de milagro, porque también el viaje de regreso de la M. Ana tuvo un imprevisto: ¡había una vuelta ciclista en desde Parakou a Dassa! Ahora en Benin organizan tours, como en Francia… y la M. Ana pasaba por allí en ese preciso momento. Después de casi tres horas de espera en la carretera para que pasaran los ciclistas –según los policías iban a ser apenas diez minutos– y sin haber visto a las “celebridades”, la Madre pudo continuar su viaje.
De todos modos, la M. Ana no perdió el tiempo, ya sabéis nuestro lema: “Que el ocio no tenga lugar en esta casa”. Aprovechó sus horas de forzado parón para trabajar en el ordenador con las programaciones del nuevo curso. Como solemos decir entre nosotras, y eso lo entenderán muy bien nuestras lectoras venezolanas, “eso solo le pasa al Coyote y a nosotras”.
El 16 de mayo, festividad de San Andrés Bobola, S.I., comenzamos la mudanza a la zona de Comunidad y ese mismo día pudimos dormir en “nuestra Casa”. El recreo de la noche lo hicimos todavía en la zona de colaboradores y ¡fue providencial! porque las lluvias tropicales inundaron parte de esa zona y pudimos llegar a tiempo. ¡Parecía que las cataratas del Niágara cayeran por las celosías!! Así que tuvimos que limpiar y limpiar… Cuando pudimos retirarnos a descansar, estábamos “agotadas en el Corazón de Cristo”.
El sábado, a la hora de comer, en plena mudanza, tuvimos una agradable visita. Llegó Bethany, la joven americana voluntaria de Peace Corps, con unos amigos para conocer la Casa. Estaban muy interesados en todo lo que estamos haciendo y nuestros proyectos y pasaron largo rato con nosotras. Al terminar, hicimos una comida rápida y ¡a la catequesis!
Ese mismo día pusimos nuestra primera lavadora. ¡¡Fati estaba maravillada!! Se preguntaba de dónde salía el agua de la máquina, no se creía que “eso” lavara. ¡¡Cuando sacamos la ropa, se quedó de piedra!! Y fue de asombro en asombro, porque también le maravillaron las pilas del lavadero. Ahora, cuando entra al edificio de colaboradores, se pasea diciéndoles a las paredes: Bye, by io! ¡Realmente está entusiasmada!
Hay una veintena de personas que están preparándose para recibir el sacramento del Bautismo el día de Pentecostés. Entre ellos está “le vieux Abraham”. Causa verdadera devoción verle en la fila, ayudado por otros para mantenerse en pie. También se bautizarán Martin, el ferrallista que lleva trabajando con nosotras desde que comenzó la obra y que había empezado el “camino de Jesús” en Portonovo, antes de venir aquí.
Os pedimos a todos que los encomendéis en vuestras oraciones para que sean muy fieles en el seguimiento al Señor y que den testimonio con su vida de la nueva que Cristo les ofrece por medio del Bautismo. Serán, a partir de ese momento, hijos de Dios y herederos del cielo.