CURSO 2017/2018 – 3.ª CRÓNICA

Empieza el tiempo pascual y las niñas en el Colegio lo viven intensamente; como les comentamos anteriormente, lo que más disfrutan es el poder cantar ¡Aleluya! y bien que lo hacen… Las alumnas de la M. Laura no dan crédito a que Jesús pueda comer pescado con los agujeros de las llagas en las manos. Cuando la M. Laura les explicó que las llagas estaban curadas; es decir que no había agujero, una de sus alumnas le rebatió: “S’il vous plaît, Ma Sœur, les plaies de Jésus ne s’effacent pas” (Perdón, Ma Sœur, las llagas de Jesús no desaparecen). Para otras de CI María Magdalena confundió a Jesús con el cocinero… en fin… ¡van entrando en el meollo de la Resurrección!

Álvaro Burgaz y Joan Alonso llegaron a Kalalé el sábado 7 de abril, como voluntarios enviados por nosotros, para ayudar al P. Satur, que los acogió como a sus “hijos” y casi no les hemos visto, sino en las Misas de los Domingos.

Un día, la M. Laura paseaba rezando el rosario por las zonas más recónditas de nuestro terreno, cuando oyó ruidos como de ramas de árbol… mirando arriba, vio a dos jóvenes Peulh cortándolas con un coup coup. Eran chicos de unos 13, 14 años. Uno de ellos, de Bobená, estaba muy arrepentido, pero el otro, hermano de Ayssiatou, la peulh que tanto conocen de las crónicas, ni un poco. En unos días vinieron a casa la hermana y los padres del joven de Bobená para disculparse y para decirnos que en reparación iban a inscribir a su hermanita pequeña en el Colegio.

El 13 de abril llegaron las merecidas vacaciones del último trimestre, que las internas y nosotras recibimos con entusiasmo. Fueron días de descanso con otro tipo de actividad: viajamos a Parakou para participar en el 1er Fórum de religiosos dedicados a la Educación. El sábado 21, se unieron nuestras dos voluntarias para continuar el camino hacia Kpari, donde visitamos a las Hnas. Argentinas, recorrimos todo el pueblecito hasta que finalmente dimos con la casa, cuidadísima. Nos recibieron con su hospitalidad acostumbrada. Cristina y Sandra (las dos voluntarias) tenían una habitación en un edificio aparte y estaban encantadas. Nos enseñaron su escuelita que forma parte de un proyecto para ayudar a jóvenes que han accedido tarde a la Educación. Tienen unos 45 alumnos de diversas edades.

El día siguiente, domingo 22 de abril, era el día del Buen Pastor y Jornada mundial de las vocaciones y tenían Misa en la parroquia. Había algunos sacerdotes y Religiosas de Parakou que dieron testimonio de su vocación.

Hemos bendecido a Dios por nuestras voluntarias, pero ninguna es comparable a nuestra Madre “voluntaria”, la M. Paula Aranzábal. Se integró en la Comunidad desde el primer momento, gozando de la sencillez de estas tierras y viendo sólo lo bueno por todas partes. Nos ha ayudado muchísimo en los refuerzos y en mil y una cosas; especialmente pasando tiempo con las niñas, disfrutando con ellas e interesándose por cada una como nosotras no llegamos a poder hacerlo. Ha sido una bendición que nos ha sabido a poco… ya estaba dominando el francés con sus frases proverbiales: Ce n’est pas facile; jolie, jolie; ce n’est pas bon. ¡La esperamos  otra vez por aquí si Dios quiere!

A finales de abril, el Señor nos envío una Marcelina. Llegó a casa una niña de Kalalé  de unos 13 años diciendo que su corazón le había dicho que viniera aquí; que Dios se lo había dicho… Se llama Roukayatou. Con un francés muy rudimentario nos dijo que quería quedarse con nosotras, que su padre había muerto y que su madre no sabía dónde estaba. Vivía con su hermana mayor y no quería volver con ella. Investigamos aquí y allá y nos dijeron que la hermana era muy severa; que sólo eran hermanas de padre y que su madre estaba en Nigeria y no sabían dónde. La niña se escapaba de casa en su busca, pero cómo no sabía dónde quedaba Nigeria, acababa en Bouka. El responsable del Centro Social la conocía y nos dijo que era un poco “inestable”; que la habían intentado ayudar enseñándole la costura, pero que no era constante… que creía que le podía hacer bien estar con nosotras. Aún no hemos conseguido ver a su hermana y la hemos dejado en casa por el momento. Ha empezado el colegio e iremos viendo qué quiere el Señor de ella.

 

                                 

Curso 2017/2018 – 2.ª Crónica

El mes de febrero ha estado lleno de bendiciones: empezando con el grupo de padres del Colegio de Madrid que vinieron del 2 al 12 con el P. Francisco Javier -coadjutor de la parroquia San Juan de Ávila, de Móstoles- y hasta la peregrinación a Bembéréké.

Empezando con el grupo de padres, que nos trajeron como regalo a la M. Paula durante unos mesecitos, en conjunto se puede decir que han sido para nosotras y las niñas una gracia de Dios. Les estamos agradecidísimas, se han volcado entregándose en el trabajo que se les encomendaba y transmitiéndonos mucha alegría, cariño y comprensión.

Descargaron los dos contenedores venidos de Madrid, montaron estanterías en el internado, pegaron los corchos en las clases, recolocaron la biblioteca del colegio con los nuevos libros que venían en el contenedor (unos “poquitos”…), arreglaron los almacenes de ropa, material escolar y medicinas; y los dos médicos se dedicaron de pleno a la revisión de las niñas del colegio e internado, además de algunas visitas de pacientes “peulh” que aparecieron por sorpresa al enterarse del “hospital gratuito” que se había montado.

También pudieron disfrutar de algunas salidas: visitaron Boobená -nuestro poblado peulh vecino-, el “marché” de Kalalé, y salieron con el P. Satur a Daganzi.


Al irse nuestros misioneros –que no voluntarios ni colaboradores…– nos dejaron con tres jóvenes estudiantes de Magisterio de la Universidad Abat Oliba de Barcelona: Laura, Sandra y Cristina, que van a hacer su trabajo de Fin de Grado sobre un tema de educación concerniente a nuestro colegio de Kalalé. Yolanda Albarrán y su hija Judith Xicola, promotoras del proyecto, volvieron a España con el grupo, con algo de pena de no haberse podido quedar más tiempo.

El fin de semana del 23 al 25, fuimos con nuestras tres estudiantes españolas y cinco jóvenes del internado a la peregrinación de Bembéréké. Nos alojamos en la parroquia donde nos acogieron con una esplendidez y hospitalidad que nos hacían sentir en nuestra casa. El domingo, vinieron las Madres que se habían quedado en Kalalé para la Misa de clausura de la peregrinación, en la que tuvo lugar la ordenación de ¡tres nuevos sacerdotes de la diócesis!: Emmanuel, Valentin y Emile. La Misa fue preciosísima; pedimos fervientemente al Señor por ellos, para que sean cada vez más sacerdotes según su Corazón. Ya lo decía el Nuncio que presidió la celebración, siguiendo el Evangelio del día: les deseaba que se transfiguren, pero no de corderos en lobos del rebaño…

Después de comer volvimos en coche a casa, con los ojos cargados de sueño y el corazón lleno de agradecimiento. Menos mal que a la vuelta nos esperaba una semana de… ¡vacaciones! Sí, el famoso “congé de detente” del mes de febrero, aunque las internas no irán a sus casas hasta las vacaciones de Pascua, pero la M. Ana se encargó de que estuviesen bien ocupadas y entretenidas, distribuyendo su tiempo con juegos, estudio, trabajo de la casa y hasta una excursión al “marché”.

 

Mater Salvatoris Kalalé

Crónica – Inicio de curso 2015-16

En Kalalé, septiembre es el mes de la pre-rentrée. El lunes 5 de octubre fue el primer día de Colegio. Llegaron, junto a las alumnas del año pasado, otras 60 alumnas nuevas, y estrenamos el nuevo edificio para las dos clases de CI (equivalente a 3.º de Infantil) y las dos de CP (1.º de Primaria).

Edificio Nuevo Mater Salvatoris Kalalé

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Hemos comenzado con alegría y con novedades este nuevo curso 2015-2016. Con alegría porque es el segundo, tenemos matriculadas 165 niñas, las profesoras están contentas y las auxiliares más veteranas han tomado ya el relevo como maestras. Todas ellas van vestidas con el uniforme de maestras, de tela estampada muy propia de aquí y que han elegido ellas mismas. 

Mater Salvatoris Kalalé

Estamos muy satisfechas al ver la ilusión con la que se entregan a su trabajo. Hemos empezado a poner en marcha, poco a poco, los métodos de nuestros Colegios.

Y entre las novedades se incluyen, además del edificio para CI y CP, varias: el Internado, el nuevo comedor, los uniformes de deporte.

En el Internado hemos cubierto las 50 plazas que habíamos previsto. Las primeras niñas llegaron a mediados de septiembre. Allí estaba Maman Nafissatou para recibirlas.

Mater Salvatoris Kalalé

Los primeros días han transcurrido de la forma habitual: algunas lloraban y salían corriendo detrás de sus padres; otras, jugando a “la aventura”, se perdían por el edificio; otra no dejaba dormir a las demás, pellizcándolas… Maman se está ganando el cielo con su paciencia, da gusto verla con las pequeñas, ya les hemos dado las primeras “clases” de orden y mantenimiento de su dormitorio; a ver si poco a poco lo logramos, porque hasta las hermanas mayores tienen otro concepto de orden, siempre mejorable.

Esos primeros días les enseñamos cómo debían mantener su dormitorio y, aunque mamá Naffisa asegura que todo el mundo conoce sus cosas, a veces vemos a alguna niña con el uniforme de minifalda;  mientras que otra lo lleva de traje de bodas. También sigue habiendo problemillas con las esponjas para la ducha o con los cepillos de dientes… ¡Pero es realmente emocionante verlas cada mañana, con las “hermanas mayores” ir cantando contentísimas al Colegio y con caritas de verdadera felicidad que son para dar muchas gracias a Dios.

Las niñas están emocionadas con el comedor nuevo, aunque el llegar allí sea como una mini excursión, sobre todo para las más pequeñas. Dicen a sus padres que desde que las ma soeur cocinan, ellas comen muy bien, todo está muy rico y no se quedan con hambre. Todas comen sentadas, tanto a las 10 como al mediodía, lo que es una gran novedad aquí en Kalalé y nos facilita la tarea de educar a las niñas en las normas de urbanidad.

Mater Salvatoris Kalalé

Mater Salvatoris Kalalé

Mater Salvatoris Kalalé

Las alumnas de CE1 (equivalente a 2.º de Primaria) han estrenado el uniforme de deporte regalado por las familias del Colegio de Caracas: están guapísimas con sus pantaloncitos grises y la camiseta a juego, con el escudo del Colegio y el cuello en color turquesa.

Mater Salvatoris Kalalé

Las de CI y CP  también tienen el suyo: camiseta azul con el escudo y pantalón corto azul, del Ropero Mater de Madrid. ¡Todas están deseando que llegue el día de deporte, no sabemos bien si por amor al mismo o por ponerse el uniforme!

Mater Salvatoris Kalalé

Durante estos dos meses hemos contado con la ayuda inestimable de tres voluntarias: Concha, Judit y Elena. Las dos primeras llegaron el 12 de septiembre, con la Madre Ana y la Madre Laura. Concha es madre de antiguas alumnas del Colegio de Madrid; Judit es catalana y estudiante de Bellas Artes. Elena es antigua alumna del Colegio de Caracas y congregante. Ella fue la que tomó el relevo de Concha cuando esta se fue, y continúa entre nosotras con Judit.

Mater Salvatoris Kalalé

Mater Salvatoris Kalalé

Mater Salvatoris Kalalé

Los Padres de la Misión, sacerdotes de SMA, siguen con su labor de primera Evangelización. El P. Saturnino ha viajado a España y no volverá hasta enero. Regresó el P. Johnson después del verano y este año tendremos a un seminarista hindú (que viene a realizar una experiencia apostólica), y a un sacerdote nigeriano que va a dedicarse a la etnia Boo.

Tenemos la impresión de estar en cualquiera de nuestros otros Colegios, en España o en América. Poco a poco, el Mater Salvatoris de Kalalé va tomando cuerpo. ¡La obra de Dios va creciendo por aquí!

DIRECTAMENTE DESDE KALALÉ – 2 Las dos últimas semanas de la pre-rentrée

Las dos últimas semanas de la pre-rentrée, las canciones de moda y la entrega de los uniformes.

Estas dos últimas semana antes de que comience oficialmente el curso han sido muy activas y estamos contentas porque hemos visto los frutos de todas las actividades previas al comienzo de curso que hemos hecho durante el mes de septiembre..

            Ya estamos aquí al completo la Comunidad, pues ha vuelto la Madre Valeria. Al día siguiente de su llegada, comenzaba otra intensa semana escolar. Desde muy tempranito comienza la carrera de obstáculos, que la tenemos bastante cronometrado. Nada más terminar la Misa y el desayuno, volvemos al Colegio para jugar un rato con las niñas en el patio hasta que se forma la fila para rezar. Este es uno de los momentos más bonitos del día. Las niñas rezan en francés, boo, baribá y fulfulde; y siempre terminamos con una canción. La que se ha convertido en un auténtico “hit-parade” ha sido la de Jésus est mon ami, mon ami de tous les jours; Marie est ma maman, ma maman de tous les jours. Nos han llegado mensajes en los que dicen que por todos los rincones de Kalalé se oyen nuestras canciones. ¡¡Estamos muy contentas de saber que hemos alcanzado uno de los objetivos de la pre-rentreé.

            Hemos seguido con el mismo criterio de enseñar canciones, poesías, cuentos y, en algunos casos, matemáticas y manualidades. A las niñas se las ve encantadas, aunque tenemos que seguir insistiendo en que adquieran determinados hábitos y normas de comportamiento. Durante los recreos estamos intentando enseñarles algunos juegos, entre ellos saltar a la comba. En el terreno de la comida ya hemos pasado a la cuchara ¡e incluso algunas ya quieren comer en la mesa! Poco a poco y con paciencia, todo llegará.

Colegio Mater Salvatoris Kalalé

            También durante estas dos semanas ha tenido lugar la Asamblea Diocesana en N´Dali. Fueron la Madre Valeria y la Madre Laura en representación de todas. A todos los nuevos –entre los que se incluía la Madre Laura– les hicieron subir al estrado para hacer todo lo que se les dijera… ¡que era nada menos que bailar! ¡¡Imaginaos a la Madre Laura!! El P. Paul, que también estaba allí, le miraba los pies para ver si los movía… La verdad es que supo salir airosa de la situación, pues lo hizo todo de manera tan discreta que pasó desapercibida. Después de las bromas, dijeron los nombres de cada uno de los nuevos agentes pastorales y de qué misiones se iban a encargar en la Diócesis.

            Al finalizar todas las reuniones, el Sr. Obispo tomó la palabra y, entre otros asuntos, anunció la bendición de todos nuestros edificios y, en especial, la capilla para el día 19 de noviembre. ¡Invitó a todos los asistentes a venir a acompañarnos en ese día tan especial para nosotras!

            Ya de vuelta, las Madres fueron a la inauguración del despacho del “concejal católico”, que así fue mencionado en el discurso ante los invitados. Es realmente un paso importante para Kalalé y supone progreso, puesto que es allí donde han de hacerse las legalizaciones de todos los documentos relacionados con la administración, como son actas de nacimiento, defunciones, etc. La ceremonia comenzó con el rezo del imán y del P. Johnson; después los peulh bailaron danzas tradicionales con calabazas en los pies y el concejal leyó su discurso de agradecimiento a la alcaldía y a todos los benefactores que habían hecho posible el despacho.

            Y llegó también el tan esperado día de la entrega de uniformes y reunión con los padres de las alumnas. Por la mañana entregamos las mochilas y el chándal a cada niña. Hacia las once comenzaron a llegar los padres y representantes de las alumnas. En cada una de las clases, las niñas hicieron una demostración de todo lo que habían ido aprendiendo en este mes de preparación. ¡¡Todo salió muy bien, dentro de lo posible!! Cada niña salió con su mochila, en la que iba el uniforme completo y algunos recambios. ¡¡Estaban contentísimas y muy agradecidas!! Cuando vieron entrar los uniformes en el aula, todas aplaudieron de la emoción e intentando decir Mater Salvatoris, se oían mil versiones: en el caso de las mayores, Masée Salvatoris; las pequeñas decían Ater Atatoris. Nosotras estábamos emocionadas oyendo y viendo los esfuerzos que hacían para decir Mater Salvatoris. ¡¡La Madre Félix estaría contentísima de ver a estas niñas africanas decir “Madre del Salvador”!!

Uniforme Colegio Mater Salvatoris Kalalé

            La semana próxima empezamos el primer curso de la andadura del Colegio Mater Salvatoris de Kalalé. ¡Lo esperamos con gozo y dando gracias a Dios que ha permitido a la Compañía del Salvador servirle en tierra de misión ad maiorem gloriam!

Directamente desde Kalalé – 1. ¡¡Las aulas del Colegio se han llenado de vida!!

¡¡Estamos deseando contaros que desde el día 2 de septiembre las niñas han empezado a venir al Colegio Mater Salvatoris de Kalalé!! No es todavía el curso oficial, que comienza el día 29, pero de este modo las niñas van cogiendo esos hábitos que en el mundo occidental nos parecen tan normales y comunes y que aquí hay que empezar por enseñar.

Esta pre-rentrée (o “pre-vuelta”, “campamento de verano”, “pre-colegio oficial”, como queráis llamarlo) comenzó como ya hemos dicho el martes 2. Tanto nosotras como todas las personas cercanas a nuestra labor –los Padres de la Misión, las auxiliares, los encargados Zacarías, Aymar, Gildas, los guardas y los trabajadores de la obra– vivimos ese primer día con inmensa alegría. Zacarías y Aymar no paraban de hacer fotos y decir que ellos también querían estudiar aquí… ¡Para ellos es ya un poco tarde!

Las niñas vienen de 8:00 a 12:00 de la mañana. Dedicamos la primera hora y media a trabajar el francés mediante cuentos, poesías y canciones. A las 10, vamos al patio para que coman y jueguen. A las 10:45 empieza la segunda sesión, centrada en el desarrollo de la psicomotricidad a través de actividades como pintura, plastilina, construcciones, costura.

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Las niñas están agrupadas por niveles:

  • CIP: son las más pequeñas y están con la Madre Laura
  • CIG: es el curso anterior a nuestra Primaria y están con la Madre Valeria.
  • CP: es el curso equivalente a 1.º de Primaria. Están con la Madre Angélica.

Al terminar la Misa en la Misión, nosotras también hacemos con nuestra camioneta de “ruta o transporte escolar” desde “Kalalé centro” hasta el Colegio, para que no tengan que venir andando. Nos ayudan Bernardette y Zouliath. El primer día trajimos a cuatro niñas del internado de los Padres; al día siguiente, diez… Como le dijimos a Maman Cécile que tuviera a las niñas preparadas para salir en cuanto terminase la Misa, el segundo día de clase, mientras cantábamos a la Virgen, ¡¡entraron en la capilla un par de niñas con un enorme trozo de pan en la mano porque no querían que las dejáramos en tierra!! ¡Con la otra mano, se prendieron a nuestros hábitos para asegurarse de que nos las traíamos! La acción de gracias de ese día fue cantar en boo Maalia Jesu Da, Wa pii Da Maalia… (“María, Madre de Jesús, te saludamos María…”) con las niñas que traíamos en nuestra camioneta-bus escolar.

¡¡Qué gusto da verlas disfrutar con todo!! Las más pequeñas no paran de repetir como loros sus primeras frases en francés, que aprenden con la Madre Laura, hasta el punto de decirle Je m´appelle ma soeur en vez de decir su nombre. Durante la comida están sentadas en cuclillas en el suelo, todas calladitas. Después, vienen hacia nosotras corriendo y limpian sus diminutas caras en nuestros hábitos, que se han convertido en ¡los “babis del común”!

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Y qué contar de enseñarles cómo ir al baño. Es cierto que la mayoría, contrariamente a lo que habíamos imaginado, no tiene miedo al agujero del inodoro, pero hay que ayudarlas porque o no saben sentarse, o no llegan o, en el caso de algunas, traen unos vestidos tan amplios y vaporosos que acaban por mojarlos… ¡Una auténtica odisea!

Y una buena noticia: ¡hemos encontrado una “maman” para las niñas del internado. Se llama Ganí. Es muy dulce y, por ahora, también nos ayudará en el Colegio.

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¡¡Cuántas gracias damos continuamente a Dios por ir abriéndonos el camino!! Tenemos mucho trabajo por delante, hay mucho que enseñar a los auxiliares y a la joven madre de familia que nos ayuda en administración, pero confiamos en que Él, nuestro Maestro y Salvador, seguirá guiándonos para servirle lo mejor que podamos en estas almas tan amadas de su Corazón.

Crónicas desde Kalalé 24. Dos últimas semanas llenas de sorpresas

¡Escribimos esta crónica con gran ilusión desde la recién estrenada zona de Comunidad! Hasta ahora hemos estado viviendo en la zona que va a ser la destinada a los colaboradores. ¡Otro paso adelante!

Estas dos últimas semanas han sido intensas, llenas de sorpresas. El Señor va preparando de este modo nuestro corazón para estar disponibles en todo momento para lo que Él quiera, como Él lo quiera y cuando Él lo quiera.

La primera salida de la rutina diaria fue el viaje que las MM. Ana y Angélica tuvieron que hacer a Cotonou por unas cuestiones relativas al pasaporte venezolano de la M. Angélica. Las peripecias fueron tales que la M. Angélica acabó viajando a Caracas para tramitar un nuevo pasaporte. Allí aprovechó para hablarles a las niñas de Maracaibo y de Caracas sobre la Misión en Benín. ¡¡Los Padres dicen que a la M. Angélica deben saludarla ya por su nombre y apellido todas las azafatas del lugar!!

En ausencia de las Madres, la M. Valeria y Valentin aprovecharon para hacer una limpieza en profundidad de la zona de Comunidad, a la que se iban a trasladar de manera definitiva. Trabajaban un tanto en vano, porque el resto de obreros, soldadores o pintores no tardaban mucho en volver a ensuciarlo todo, pero como decía con gran ánimo Valentin “aunque los ojos de los hombres no nos lo agradezcan, Dios sí nos da las gracias por el trabajo realizado”. La Madre se había trasladado de nuevo a la casita de la Misión, pues los Padres la habían vuelto a acoger para que no estuviera sola por las noches.

MaterSalvatoris_Kalale_Cronica23 Comunidad nor-oeste

¡Grande fue el gozo de la M. Valeria cuando regresó la M. Ana! Ella, que pensaba que podía ser eremita, se convenció totalmente de las ventajas de la vida en comunidad, donde es mucho más fácil afrontar y sobrellevar las responsabilidades y dificultades. El reencuentro fue el jueves por la noche como estaba previsto, aunque casi de milagro, porque también el viaje de regreso de la M. Ana tuvo un imprevisto: ¡había una vuelta ciclista en desde Parakou a Dassa!  Ahora en Benin organizan tours, como en Francia… y la M. Ana pasaba por allí en ese preciso momento. Después de casi tres horas de espera en la carretera para que pasaran los ciclistas –según los policías iban a ser apenas diez minutos– y sin haber visto a las “celebridades”, la Madre pudo continuar su viaje.

De todos modos, la M. Ana no perdió el tiempo, ya sabéis nuestro lema: “Que el ocio no tenga lugar en esta casa”. Aprovechó sus horas de forzado parón para trabajar en el ordenador con las programaciones del nuevo curso. Como solemos decir entre nosotras, y eso lo entenderán muy bien nuestras lectoras venezolanas, “eso solo le pasa al Coyote y a nosotras”.

El 16 de mayo, festividad de San Andrés Bobola, S.I., comenzamos la mudanza a la zona de Comunidad y ese mismo día pudimos dormir en “nuestra Casa”. El recreo de la noche lo hicimos todavía en la zona de colaboradores y ¡fue providencial! porque las lluvias tropicales inundaron parte de esa zona y pudimos llegar a tiempo. ¡Parecía que las cataratas del Niágara cayeran por las celosías!! Así que tuvimos que limpiar y limpiar… Cuando pudimos retirarnos a descansar, estábamos “agotadas en el Corazón de Cristo”.

El sábado, a la hora de comer, en plena mudanza, tuvimos una agradable visita. Llegó Bethany, la joven americana voluntaria de Peace Corps, con unos amigos para conocer la Casa. Estaban muy interesados en todo lo que estamos haciendo y nuestros proyectos y pasaron largo rato con nosotras.  Al terminar, hicimos una comida rápida y ¡a la catequesis!

Ese mismo día pusimos nuestra primera lavadora. ¡¡Fati estaba maravillada!! Se preguntaba de dónde salía el agua de la máquina, no se creía que “eso” lavara. ¡¡Cuando sacamos la ropa, se quedó de piedra!! Y fue de asombro en asombro, porque también le maravillaron las pilas del lavadero. Ahora, cuando entra al edificio de colaboradores, se pasea diciéndoles a las paredes: Bye, by io! ¡Realmente está entusiasmada!

Hay una veintena de personas que están preparándose para recibir el sacramento del Bautismo el día de Pentecostés. Entre ellos está “le vieux Abraham”. Causa verdadera devoción verle en la fila, ayudado por otros para mantenerse en pie. También se bautizarán Martin, el ferrallista que lleva trabajando con nosotras desde que comenzó la obra y que había empezado el “camino de Jesús” en Portonovo, antes de venir aquí.

Os pedimos a todos que los encomendéis en vuestras oraciones para que sean muy fieles en el seguimiento al Señor y que den testimonio con su vida de la nueva que Cristo les ofrece por medio del Bautismo. Serán, a partir de ese momento, hijos de Dios y herederos del cielo.

Crónicas desde Kalalé 23. Nuestra capilla: ¡la antesala de la gloria!

La M. Angélica ya está de vuelta en Kalalé. Ha traído de Madrid algo que anhelábamos verdaderamente: la custodia, para poder adorar al Señor. El P. Saturnino había consagrado una forma grande para ponerla en el viril. ¡Qué inmenso gozo poder adorar por primera vez al Señor aquí, en la capilla de nuestra Casa de Kalalé! Cantamos Alabado sea el Santísimo con todo el fervor que nuestras voces nos permitían. Providencialmente era primer viernes del mes de mayo, mes de nuestra Madre la Virgen.

¡Cómo nos cuida el Señor! Él y la Virgen  nos acompañan y guían en esta empresa misionera. Y en Ellos, sentimos la presencia de toda la Compañía, de nuestras familias, de las alumnas y profesores de los Colegios Mater Salvatoris, de tantos bienhechores que están colaborando material y espiritualmente con nosotras!

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Ese primer domingo de mayo fue la Misa de los niños. El P. Saturnino nos pidió colaboración para “dinamizar la ceremonia”. Hicimos cuatro carteles con la siguiente frase: ¡Es verdad, el Señor ha resucitado! Cada uno estaba escrito en uno de los idiomas que se hablan en la zona: boo, fulfulde, baribá y francés. Además, preparamos un teatrillo con los niños. A la pregunta “¿Cuál es la Buena Noticia?”, cuatro niñas debían salir corriendo de la iglesia para coger cada uno de los carteles, traerlo y mostrarlo a todos los fieles. Entre tanto, ocho niños de los más pequeños saltaban y gritaban con alegría C´est vrai! Il est vraiment ressuscité!

Ese mismo día, por la tarde, acompañamos al P. Saturnino a rezar por el eterno descanso de una señora de la comunidad católica que había fallecido hacía tres años. Fue emotivo, pues la Palabra de Dios se proclamó en el patio central que formaban las diversas casas en las que viven los miembros de la familia y acudió muchísima gente, ya que esta señora era una persona muy querida. El Padre les habló de lo que significa seguir a Jesús: amor y misericordia con todos y para todos, especialmente para con los más débiles y pequeños. Solo de esta manera se alcanza la vida eterna.

Los carpinteros terminaron por entonces el retablo de la capilla. La Madre Ana les decía que aquello parecía la obra de El Escorial, pero, claro, ¡hubo que explicarles lo que significa esa expresión en español!! ¡¡Y que era una broma!! ¡¡Y con lo difícil que es traducir expresiones así!!

Hablando de la capilla, no os imagináis las piruetas, acrobacias y demás hazañas que hemos de hacer para llegar hasta allí si ha llovido. Después de los meses de harmatán (vientos secos y fríos del Sahara), la vida renace y con ella un verdadero enjambre de insectos diversos que nos acompaña adonde quiera que vayamos. Pero, ¡es la mejor capilla de todo Benín! ¡Y en ella se reza como si fuera la antesala de la gloria!

Estos días del tiempo pascual lo están siendo de alegría y gozo en todos los aspectos. Los Padres vinieron a comer el domingo y, a pesar de que se quejaban de “nuestros charcos” en el camino de la capilla, les pareció que entrar en ella era como estar en Mota. Hemos celebrado también el cumpleaños del P. Saturnino, a quien la Madre Valeria agasajó con sus ya famosos patacones venezolanos. A felicitar al Padre habían venido también otros sacerdotes  de la zona que, por supuesto, se acercaron a Casa para ver la capilla. ¡Se quedaron admirados y uno por uno nos pedían que abriéramos un colegio en el lugar en el que ellos se encuentran! También nos decían que enviarían niñas de su zona. Nuestra respuesta fue siempre la misma: primero, las de la Commune de Kalalé.

Crónicas desde Kalalé 22. ¡Feliz Pascua de Resurrección!

 ¡Feliz Pascua de Resurrección!

Como era nuestro deseo y nuestra esperanza, ¡la capilla estuvo terminada para celebrar el Triduo Pascual! Todo el equipo técnico, obreros, pintores… pusieron todo su esfuerzo y ánimo en ello. Lo más arduo fue la colocación de Cristo, con tres escaleras apoyadas en la pared, dos técnicos, un carpintero, nosotras…

La noche del Miércoles Santo trasladamos el Santísimo a la capilla. Valentin hizo de monaguillo. Fue una sencilla pero digna y sentida procesión del Corpus, en la que cantamos todo lo cantable y más. ¡Laus Deo! La mañana del Jueves Santo pudimos rezar con devoción, gozo y gran consuelo.

Las personas que vienen a ver la Casa se quedan maravilladas con la capilla, ¡hasta los musulmanes dicen que es lo más bonito! Cuando Gounou  entró por primera vez, se quedó admirado y repetía: ¡En este lugar no se puede hacer otra cosa que rezar!

Antes, el martes, había tenido lugar la visita de la delegación del Ministerio de Educación. Rellenaron los formularios sobre el Colegio, preguntaban por el número de pupitres, sillas, pizarras… Gracias a Dios no pusieron ninguna objeción y, para que vieran alguno de nuestros Colegios, les enseñamos el anuario 2012 del Colegio de Maracaibo. Se quedaron impresionados, decididos a ayudarnos y nos dieron el visto bueno. También visitaron la obra, vieron la evolución… Les gustó mucho y nos felicitaron por el trabajo que se había realizado.

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Aprovechando que Karim había ido a Parakou, le pedimos que nos comprara algunas plantas para decorar la capilla para la celebración del Jueves Santo. La verdad es que fue muy espléndido y quedó preciosa. Por la tarde fuimos a los oficios en la Parroquia. Allí estaban los tres Padres: presidió el P. Johnson en medio de una enorme tormenta tropical. El Viernes Santo, por la tarde, fuimos al Vía Crucis por el pueblo y, después, a la adoración de la Cruz, presidida por el P. Paul.

El sábado por la noche fuimos con Gounou hacia la Misión para la celebración de la Vigilia Pascual. Los jóvenes habían preparado un buen fuego. Comenzó la celebración fuera de la iglesia y después fuimos entrando con nuestras velas encendidas. Este año no ha habido bautizos en la Vigilia porque el grupo de catecúmenos no estaba del todo preparado; así que se decidió retrasarlo un poco, aunque los bautizos se harán dentro de este gozoso tiempo pascual. Recemos todos para que sus corazones se abran a una vida nueva cuyo centro sea Jesucristo, nuestro Salvador.

El domingo de Pascua rezamos un hermoso rosario en la Capilla, con canciones de guitarra. Estamos tan consoladas y concentradas que no nos dimos cuenta de que Camilla había llegado. Nos había escrito algunos días antes pidiéndonos que la alojáramos una noche en un viaje relámpago de una semana a Benín. Durante la cena nos contó sus últimos meses en Lyon; fue una cena “a la luz de las velas” ya que no pudimos encender la luz: ¡las hormigas voladoras habían invadido la casa y la capilla! ¡Barrimos y sacamos kilos de alas! Así, como suena. La vela del Santísimo también estaba plagada de hormigas… Total: ¡manos a la obra! ¡¡No podíamos irnos a la cama dejando al Señor con tanto bicho!!

El lunes de Pascua seguimos conversando con Camilla. Los Padre nos habían invitado a comer con ellos el cordero pascual y ella también se unió al festejo. Vinieron, además, dos Padres lazaristas polacos, de Biró. Después de la sobremesa, todos ellos vinieron con Nayak, el seminarista indio, a conocer nuestra Casa. Al entrar en la capilla exclamaron: ¡Nunca habíamos visto en Benín una capilla tan bonita! Les gustaron mucho las tallas de Cristo y de la Virgen.

En la octava de Pascua, el Señor nos ha regalado unos días de tranquilidad que hemos aprovechado para avanzar con las programaciones para el curso que viene. ¡Nuestro primer gran reto! También, para invitar a los obreros a una comida y agradecerles ese inmenso esfuerzo que han hecho para terminar la capilla a tiempo.

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