¡Tenemos paneles solares! La llegada del contenedor que los traía fue bastante intempestiva: el chófer avisó por teléfono en la media noche del sábado 15 de febrero y llegó a casa de madrugada, despertando a toda la comunidad y a todos los animales domésticos de nuestro vecindario. Desde luego, ¡el contenedor y su carga no pasaron inadvertidos!
Junto a los ayudantes de Karim, empezamos a abrirlo cerca de las siete de la mañana del domingo y la tarea no fue nada fácil, pues los americanos lo habían empaquetado con sumo esmero y cuidado. Tan solo habían sido descargadas dos baterías cuando tuvimos que interrumpir la tarea porque teníamos que ir a Misa y a las catequesis. ¡Nuestros domingos son muy originales!
A lo largo de esa tercera semana de febrero continuaron las inscripciones para el Colegio. La mamá peulh, la de los gemelitos, está muy agradecida y nos ha confiado a sus tres hijas como alumnas del Colegio. Como necesitaba las actas de nacimiento de las niñas, fuimos con ella a la Alcaldía. Y, aprovechando el viaje, llevamos también a la hija de una minusválida de la comunidad católica a hacer su jugement suppletif, un documento que se utiliza en lugar del acta de nacimiento. Cuando empezaron a hacernos preguntas sobre la niña, decidimos que recogeríamos la información y la llevaríamos otro día. Al salir de la Alcaldía, nos encontramos con la madre de la niña en el mercado. Le preguntamos los datos de la niña, Gounou nos hizo de intérprete: ¡¡impresionadas nos quedamos al comprobar que la madre ni siquiera sabía el nombre del padre!!
La verdad es que no nos faltan anécdotas. A los dos o tres días vino una señora bastante elegante a inscribir a su niña. Al rellenar la ficha de inscripción, en la casilla de la profesión del padre, escribió “CVA”. Enseguida, empezamos a preguntarnos qué podrían significar estas siglas: Chef Vétérinaire d´Arrondissement? (¿veterinario jefe de la localidad?) Preguntamos al alicatador y tampoco lo sabía…, hasta que apareció Gounou y él, que conoce a todo el mundo, nos dijo que era la mujer del chófer de la ambulancia:¡Eso era!: Chauffeur du Véhicule Ambulance! ¡¡Nos reímos mucho, porque aquí, en Benín, las siglas dan mucho caché!!
El sábado 22 de febrero fuimos con el P. Paul y un matrimonio español bienhechores de la SMA, Teresa y Andrés, a un campamento peulh donde tuvo lugar un encuentro con los sabios de la zona para presentarles nuestro proyecto del Colegio. Al llegar, nos encontramos un ambiente festivo, pues estaban en plena matanza de la vaca. Amablemente, nos invitaron a sentarnos en una choza donde nos dieron a beber la tradicional papilla de mijo y un poco de arroz no muy picante.
El P. Paul sacó el díptico informativo que hemos hecho sobre el Colegio y comenzó a explicarles cómo habíamos llegado a Kalalé y, a continuación, presentó nuestro Proyecto de Colegio. Todos nos agradecieron mucho que compartiéramos con ellos esta noticia pues habían visto la construcción, pero no sabían de qué se trataba. Al terminar la presentación, el jefe del campamento nos regaló una bolsa con un generoso trozo de carne fresca.
El miércoles por la mañana fuimos con los Padres a Bankourou al funeral de Yacoubou, el padre de dos niños del internado de la Misión que falleció hace unos días. Fue una sencilla ceremonia. Estaban reunidos algunos miembros de la comunidad católica de la etnia gandó y algunos musulmanes vecinos. Todos los presentes rociamos con agua bendita el lugar donde estaba enterrado el difunto
También hemos recibido una visita: Enrique Johansson, que vino con Koné, el arquitecto-constructor del Colegio Mont Carmel, de Nikki, y M. Romain, un colaborador de Fundebe. El mantel de nuestra mesa le recordó a Mota y amablemente nos dijo que encontrarse aquí, en África, con Madres de la Compañía del Salvador, le hacía sentirse como en su casa. Les gustó mucho nuestra obra y las técnicas que se van empleando en ella.
Mañana partiremos a la peregrinación de Bémbéreké. Hay inscritos 49 niños: ¡todo un reto!