Ma Soeur, ma Soeur, ma Soeur…
Estamos contentas con la respuesta de nuestras jóvenes. Lea y Aline, que es hermana de Zacharies, trabajan con mucho interés. A Thérèse, aunque tenga que ir por la mañana a buscar leña, tampoco le gusta perderse la clase de la tarde.
Con los niños trabajamos muy bien. Se van haciendo a nuestro estilo. Estamos trabajando una hoja con ma, me, mi, mo, mu. Al principio, subían, bajaban, emborronaban. Pero bastó con decirles un par de veces que lo importante no es correr, sino hacer las cosas bien para que pusieran alma y vida en las tareas. Ahora todo es : Ma Soeur, bórrame aquí, por favor; ma Soeur, esto no me ha salido bien; ma Soeur esto, ma Soeur aquello…
El domingo 4 de noviembre fue intenso. Las MM. Ana y Valeria tuvieron catequesis. La M. Valeria está con el tema de la creación, ingeniándoselas para explicarse en francés cuando tiene treinta niños baribás, gandós y boo-ko. Les enseñó la canción que os contábamos en la crónica anterior y ¡les encantó! Ahora ya no cantan “Alouette” o “King Kong”, sino las canciones que les enseñan las Madres. La M. Ana se reunió con los de la catequesis de Confirmación; repasaron sus conocimientos sobre el Antiguo Testamento.
Después de comer llegaron el P. Saturnino y Bene, que volvían de Basso. Los lugareños se han quedado entusiasmados con Bene: dicen que Dios le acompaña porque, al parecer, durmió toda la noche con un escorpión al lado de su cabeza y no le picó.
En la reunión que la M. Ana tuvo con las jóvenes de la Parroquia proyectó la película Bichos, que era lo único de que disponía, para tratar el tema de las cualidades de cada uno como dones recibidos de Dios. También les habló de no tener miedo a sentirse diferentes por ser una clara minoría católica y, sobre todo, les enseñó que Cristo es nuestra alegría y nuestra paz..
Al terminar, vino Zacharies a informarnos de que ya había delimitado el terreno en donde se construirá nuestra Casa y que están dispuestos a empezar a limpiarlo de vegetación.
El lunes 5, por la tarde, la M. Ana, acompañada de maman Cécile, partió hacia Nikki. Allí se encontraría con la Hna. Aura para ir a Dassa, en donde iba a tener lugar la Reunión de Superiores Mayores de Benín.
El viaje fue muy bueno. Paramos en Parakou para comprar algunas de las cosas que siempre son necesarias y a Dassa llegamos sobre las tres de la tarde. Acudimos a la reunión unas cincuenta personas, prácticamente el mismo número de Congregaciones que hay en Benín. Empezamos presentándonos cada uno de nosotros y después intervinieron tres religiosos que se dedican a la formación de jóvenes novicios y juniores, ya que en Benín existe un Instituto de Formación Intercongregacional que se llama Mater Christi.
A la M. Ana le impresionó vivamente la proyección que sobre los Mártires de la Fraternidad, de Burundi, se puso el martes después de la cena. Contaba la historia de cuarenta seminaristas que fueron masacrados en ese país durante los enfrentamientos entre hutus y tutsis. Los asesinos fueron a los cuartos de los muchachos y les amenazaron de muerte, pero les dijeron que no matarían a los de su propia etnia: para ello, lo que tenían que hacer era levantarse y separarse por etnias. Ninguno se movió, porque ellos no eran sino “hermanos en Cristo”. Volvieron a amenazarles, pero ellos se miraban, se daban las manos, sabían que iban a morir, pero no se movían… Cuando las amenazas se hicieron más duras, se levantaron todos a una y se pusieron en una misma fila. Los asesinos, llenos de rabia, empezaron a disparar. Algún superviviente escuchó a alguno de los moribundos que le decía: “Nicolás, me muero”. Y mientras repetía: “Padre, perdónales porque no saben lo que hacen”. Hoy, detrás del edificio del Seminario están las cuarenta tumbas que testimonian que para los cristianos no hay distinción de razas, no hay esclavos ni libres: todos somos uno en Cristo Jesús.
El día siguiente, miércoles, empezó con una Misa celebrada por el Nuncio apostólico Mgr. Michael August Blume. A continuación nos dirigió unas palabras y se quedó con nosotros hasta después de comer. Al terminar su intervención, habló el P.Florent, Hno. de San Juan de Dios y Director del Hospital de Tanguietá. El tema de su conferencia fue “La salud física y psicológica de los Religiosos”, en la que trató aspectos muy interesantes sobre la vocación y cómo vivirla con alegría. Fue una visión médica, amena y simpática, pero profundamente espiritual.
Para terminar el día, nos acompañó Monseñor Ganyé, arzobispo de Cotonou, al que bombardearon con preguntas.
Mientras tanto, en Kalalé las MM. Angélica y Valeria habían seguido con sus clases de fulfulde, de francés y trabajando con los niños. Ese mismo miércoles 7 ellas tuvieron Consejo Parroquial con todos los Padres, representantes de los diferentes grupos profesionales o de edad de la comunidad y Bene. Se trataron muchas cuestiones de cara a este próximo curso:
- La necesidad de crear un Comité de padres de alumnos católicos y de personas que alojan a alumnos católicos en su casa. Ese comité se ocuparía de todo tipo de problemas de los alumnos (académicos, morales, afectivos…).
- El P. Saturnino propuso que todos los primeros domingos de mes, la Misa sea de niños: que ellos lean, canten… Y nos pidieron encargarnos de prepararla.
- Se anunciaron las fechas de algunas peregrinaciones. Como la de Bembereké coincide con una formación de catequistas de los Padres, han pensado que vayamos nosotras.
- Tendremos la JMJ de Kalalé que, bien sûr, no tendrá nada que envidiar a la de Brasil. Será en el mes de marzo y también colaboraremos en su preparación.
- Se hará un cementerio al fondo de la Misión, cerca del arroyo. Providencialmente, la puerta que los Padres iban a abrirnos para poder pasar a la Misión desde nuestra casa está justo al lado… Así que podremos ejercitar cada mañana la devoción de la Comunión de los Santos.
- Los Hibou, etnia de Nigeria a la que pertenece el P. Johnson, quieren formar un grupo de oración.
- El P. Johnson propuso ir un día al CEG (Collège) para servir de apoyo y consuelo a todos los alumnos que lo necesiten.
¡Es verdaderamente aleccionador ver lo mucho que se han movilizado los Padres! Ellos mismos han hecho también un calendario de catequesis en las veintiuna comunidades que hay cerca de Kalalé con el fin de atender a sus miembros y dinamizar su vida de fe.
Camilla está muy ocupada estos días, pues es la Semana del Libro en Benín. El Instituto Francés le ha pedido que organice algo especial en Kalalé. Cuando las MM. fueron a hablar con ella para ver cómo organizaban esos días su clase de francés, los niños las vieron y las siguieron hasta la capilla. Empezaron a entrar… y un grupo de unos ocho se quedó más de una hora con ellas. De rodillas, todos rezaban con las manos juntas; alguno de ellos, sentado y con las manos abiertas… Uno vio una estampa de Jesús crucificado, y, ante las preguntas de los demás, abría los brazos y señalaba el corazón. Besó la estampa con mucho respeto y, uno tras otro, todos hicieron lo mismo. Terminaron cantando las canciones que sabían de Jesús, quien seguro que los miraba desde el cielo con complacencia infinita.
El jueves 8 llegó una voluntaria americana, de unos treinta años, y se acercó a saludar a los Padres y a nosotras. Ella es protestante, se llama Betania, y va a estar aquí dos años para hacer taller de jardinería.
La M. Valeria sigue trabajando con los niños por la tarde: por una parte, los sonidos ma, mo, mu, buscando palabras que les sean conocidas; por otra, en matemáticas, trabaja el significado de “agregar y quitar” con problemas prácticos. Ejemplo: “Mamá tiene cinco ñames y ha preparado soukuru con dos. ¿Cuántos ñames le quedan en la cesta?”
El viernes, la MM. Ana y Angélica fueron al terreno y, ¡encontraron la zona en la que se va construir el edificio ya despejada de hierbas y arbustos! En el área correspondiente al patio interior, han respetado tres pequeños árboles que están justamente en el centro; uno de ellos es un karité. Pensamos que es un lugar propicio para instalar un buen banco y hacer lectura mirando a la Virgen Mater Salvatoris… ¡Cómo si lo estuviéramos viendo!