Curso 2017/2018 – 2.ª Crónica

El mes de febrero ha estado lleno de bendiciones: empezando con el grupo de padres del Colegio de Madrid que vinieron del 2 al 12 con el P. Francisco Javier -coadjutor de la parroquia San Juan de Ávila, de Móstoles- y hasta la peregrinación a Bembéréké.

Empezando con el grupo de padres, que nos trajeron como regalo a la M. Paula durante unos mesecitos, en conjunto se puede decir que han sido para nosotras y las niñas una gracia de Dios. Les estamos agradecidísimas, se han volcado entregándose en el trabajo que se les encomendaba y transmitiéndonos mucha alegría, cariño y comprensión.

Descargaron los dos contenedores venidos de Madrid, montaron estanterías en el internado, pegaron los corchos en las clases, recolocaron la biblioteca del colegio con los nuevos libros que venían en el contenedor (unos “poquitos”…), arreglaron los almacenes de ropa, material escolar y medicinas; y los dos médicos se dedicaron de pleno a la revisión de las niñas del colegio e internado, además de algunas visitas de pacientes “peulh” que aparecieron por sorpresa al enterarse del “hospital gratuito” que se había montado.

También pudieron disfrutar de algunas salidas: visitaron Boobená -nuestro poblado peulh vecino-, el “marché” de Kalalé, y salieron con el P. Satur a Daganzi.


Al irse nuestros misioneros –que no voluntarios ni colaboradores…– nos dejaron con tres jóvenes estudiantes de Magisterio de la Universidad Abat Oliba de Barcelona: Laura, Sandra y Cristina, que van a hacer su trabajo de Fin de Grado sobre un tema de educación concerniente a nuestro colegio de Kalalé. Yolanda Albarrán y su hija Judith Xicola, promotoras del proyecto, volvieron a España con el grupo, con algo de pena de no haberse podido quedar más tiempo.

El fin de semana del 23 al 25, fuimos con nuestras tres estudiantes españolas y cinco jóvenes del internado a la peregrinación de Bembéréké. Nos alojamos en la parroquia donde nos acogieron con una esplendidez y hospitalidad que nos hacían sentir en nuestra casa. El domingo, vinieron las Madres que se habían quedado en Kalalé para la Misa de clausura de la peregrinación, en la que tuvo lugar la ordenación de ¡tres nuevos sacerdotes de la diócesis!: Emmanuel, Valentin y Emile. La Misa fue preciosísima; pedimos fervientemente al Señor por ellos, para que sean cada vez más sacerdotes según su Corazón. Ya lo decía el Nuncio que presidió la celebración, siguiendo el Evangelio del día: les deseaba que se transfiguren, pero no de corderos en lobos del rebaño…

Después de comer volvimos en coche a casa, con los ojos cargados de sueño y el corazón lleno de agradecimiento. Menos mal que a la vuelta nos esperaba una semana de… ¡vacaciones! Sí, el famoso “congé de detente” del mes de febrero, aunque las internas no irán a sus casas hasta las vacaciones de Pascua, pero la M. Ana se encargó de que estuviesen bien ocupadas y entretenidas, distribuyendo su tiempo con juegos, estudio, trabajo de la casa y hasta una excursión al “marché”.